Probablemente muchos de nuestros lectores no lo sepan, pero el restaurante que recomendamos hoy es el pionero de muchas de las cosas que hoy están de moda en Barcelona. El Flash Flash, que abrió sus puertas en 1970 y se ha mantenido casi intacto desde entonces, fue el primero, por ejemplo, en traer a la capital catalana las hamburguesas, inspirado en las legendarias de P.J. Clarke’s de Nueva York. También fue el primer restaurante en Barcelona en dotar su carta prácticamente de tortillas, en pintar el local de blanco y en mantener la cocina abierta de manera ininterrumpida de 13:00 a 1:30.
Pero lo mejor del Flash Flash, además de su solera, es que más de 40 años después de su inauguración, sigue siendo un restaurante de máxima calidad con mucha personalidad y moderno como el que más.
Al igual que Il Giardineto, ubicado en la acera de enfrente, cuando el publicista y fotógrafo Leopoldo Pomés fundó el Flash Flash junto con su amigo el arquitecto Alfonso Milá, lo hizo como uno de sus caprichos. Él que es un apasionado de las tortillas y el pan con tomate (tiene un libro sobre cómo conseguir el pan con tomate perfecto, «Teoría y práctica del pa amb tomàquet». Tusquets), por razones de salud se tuvo que mantener algunos años alejado del huevo, lo que hizo que, cuando recuperó la posibilidad de degustarlo de nuevo, creara un restaurante que sólo hacía tortillas y en el que, entre otras peculiaridades, su esposa Karin Leiz hiciera de modelo para decorar las divertidas paredes que le dan el nombre al sitio. Así nació este original restaurante.
Pero tranquilos porque, en la carta, además de tortillas (55 sin contar las descatalogadas) hay platos de temporada, como caldos y cremas en invierno, y ensaladas en verano. Los Bonvivant, que quisimos probar los platos bandera de la casa, optamos por toda clase de tortillas y las famosas hamburguesas en plato, como la clásica Flash Flash, que lleva alcaparras, según nos explican, gracias al escritor Gabriel García Márquez, que siempre que llegaba al lugar pedía un cacito con alcaparras al lado y de ahí la afortunada idea de incorporarlas a la hamburguesa más emblemática del lugar.
También probamos, cómo no, el pastel de tortillas, que lleva cuatro apiladas: de alcachofas, de patatas, de cebolla y de tomate, con una fina capa de mayonesa, pimiento del piquillo y olivas. Otra fue la tortilla caputxina, con bacon y crotones fritos, y una más con puntas de espárragos. Debido a la gran variedad de ingredientes, desde verduras hasta carne pasando por pescado (atún y bacalao), lo mejor es dejarse llevar por el momento o dejarse aconsejar por el siempre amable y educadísimo personal.
Muy destacable el vino tinto de la casa, perfecto para acompañar cualquier plato que pidamos, pues tiene cuerpo sin ser fuerte. Y si aún les quedan ganas de postre, los hay sublimes, desde la leche frita con un poco de canela espolvoreada o las torrijas, hasta las tartas de queso Flash Flash o de tres chocolates o, por qué no, una tortilla dulce.
Flash Flash
C/Granada del Penedès, 25. Metro L3 y L5 Diagonal. FGC Gràcia. Ver mapa
Cocina abierta todos los días del año de 13:00 a 1:30 de la madrugada
Cerrado sólo el 25 de diciembre
Tortillas individuales desde 6€
Los Bonvivant hemos seleccionado esta banda de sonido especialmente para el Flash Flash
(Haz clic en la imagen para reproducirla)
Una recopilación de Dj Bonvivant y Mosaico