Después de una larga pausa veraniega, Los Bonvivant hemos vuelto al mundo virtual para compartir un descubrimiento del mundo real: Marídame, el primer lugar en Barcelona pensado para comprar vinos, quesos y embutidos que maridan entre sí, previamente seleccionados y probados por expertos y por amantes del buen vivir, como su fundador Leonardo González.
Lo que más nos ha gustado es el espíritu desenfadado del lugar, ya que apuesta por un acercamiento intuitivo al mundo del vino, alejando por completo el esnobismo o la necesidad de ser un experto en cepas y denominaciones de origen. Aquí los vinos están ordenados según una categorización propia que responde a si un vino es blanco, rosado o tinto; ligero, afrutado o intenso; redondo o cálido, entre otras características, lo que hace que cualquier persona encuentre más fácilmente un vino que le guste sin saber de regiones, uvas o bodegas.

Esa filosofía queda bien plasmada desde la entrada, donde un sonriente cartel anuncia dos máximas que nos acompañarán durante nuestra visita a Marídame: «Maridaje es el equilibrio en la intensidad de sabores», y «La regla principal del maridaje es que disfrutes».
A diferencia de otros sitios, en Marídame eligieron primero los quesos y los embutidos que querían tener y, basándose en ellos, seleccionaron después los vinos. Aquí cada botella y producto tiene una etiqueta explicativa de con qué recomiendan hacer el maridaje. Y hay sorpresas para romper clichés, como recomendaciones de pescado con vino tinto o quesos con vino blanco.
Además, este local abierto la primavera de 2013 quiere aportar realmente algo distinto al panorama del queso y el vino en Barcelona. Según nos explica Leonardo, no quieren ser una tienda de vinos y productos gourmet; tampoco un restaurante, sino un verdadero lugar de encuentro entre productos que, combinados, nos ofrecen experiencias gustativas agradables y únicas. Al respecto de esto, en Marídame han incorporado lo mejor en tecnología para mantener los vinos con todas sus características una vez abiertos.

El local, que hace esquina en las calles Santaló y Travessera de Gràcia, se divide en tres partes: tienda, degustación y «experiencias», que es un salón en el sótano con espacio para acoger degustaciones y catas en grupo, así como otros eventos bajo solicitud o programados. Pero si lo que apetece es degustar en casa con la pareja o amigos, en Marídame se puede comprar desde 100gr. de cualquiera de sus productos y su respectiva botella de vino «a juego», que seguramente no les defraudará.
Los amantes de la cerveza artesanal y los aceites de oliva de máxima calidad también encontrarán aquí su espacio con recomendaciones para combinarlos.
Marídame
C/Santaló, 1. (Esq. Travessera de Gràcia). Tramvia est. Francesc Macià. Ver mapa
L-V de 9:00 a 21:00. S de 10:00 a 14:30 y 17:30 a 21:00
Domingo cerrado
Vino desde 6€/botella para llevar
Vino a copas con maridaje según elección