¿Qué pasaría si un coloreado y angelical cupcake decidiera convertirse en un chico rudo? Eso es justamente lo que reseñaremos hoy.
Como nuestros lectores habituales ya habrán notado, Los Bonvivant en general nos mantenemos alejados de las tendencias supuestamente ‘cool’ del mundillo de la restauración, pero a veces alguna de esas modas (como la de los ñoños cupcakes) inspiran productos tan ingeniosos como sabrosos. Es el caso de los carn cakes.
A los hermanos Margarit se les ocurrió que, ya que los panecillos color pastel tienen tanto éxito, ellos podían ofrecer algo similar sin salirse de lo suyo, que son los embutidos, los quesos y la carne fresca en general. Así nacieron estos primos lejanos de los cupcakes que, más que endulzar la vista y el paladar, incitan a la lujuria a los amantes de la carne en abundancia.
Se trata de pastelitos de carne con forma de madalena y diferentes rellenos. De momento los hay de pimientos del piquillo, de calabaza y tomillo, de crema de espinacas y piñones, de setas del Pirineo, de butifarra negra y piñones y de mostaza suave. Aunque lo de pastelitos es un decir, porque son unos 200 gramos de carne molida de primera más su respectivo relleno. Los Bonvivant probamos uno de pimientos del piquillo y otro de calabaza y tomillo, y si el resto son tan buenos como estos dos, podemos recomendarlos con los ojos cerrados.
Además, descubrimos que el local de Margarit del mercado de Sarrià no es una charcutería al uso, pues se divide en tres partes: el mostrador típico de este tipo de negocios en el que se puede comprar para llevar (carn cakes, pero también embutidos de elaboración propia y quesos de productores catalanes y extranjeros), una minitienda en la que podemos comprar paté, enlatados y productos ya pesados y etiquetados, y un pequeño restaurante con no más de cinco mesas donde se puede comer cada medio día a la carta con precios muy asequibles.
A pesar de estar rodeados de tanta carne, se pueden pedir platos sin ella, como las deliciosas ensaladas. Nosotros le hicimos los honores a la Amanida de l’hort (¡muy buena!), que lleva lechuga, tomates cherry, manzana verde, rábano, zanahoria y unos dados de dulce de membrillo que le dan un toque muy particular.
Sin duda es un lugar recomendable para comer al medio día, porque todos los productos son de gran calidad y los platos son abundantes y sabrosos. Margarit existe desde 1945 y sigue siendo una empresa 100% familiar que apuesta por innovar y acercar productos menos conocidos a los amantes de los embutidos y el queso. Por ejemplo, cada mes tienen el «queso del mes», que generalmente es de productores catalanes con poca distribución local pero incluso algún premio internacional. También recomendamos en la sección embutidos una serie de butifarras rellenas que están de muerte: hemos probado la butifarra blanca con queso de cabra y romero, la de huevo con foie y trufa y la negra con roquefort, ¡todas están buenísimas!
Por último, sólo recordar que los carn cakes se pueden adquirir para llevar (en casa sólo se meten al horno ¡y listo!) en cualquiera de las seis charcuterías Margarit.
Charcutería Margarit – Mercado de Sarrià
Parada 61. Pg. de la Reina Elisenda, 8. FGC Sarrià y Reina Elisenda. Ver mapa
Carn cakes para llevar (3,80€/pieza aprox. Según peso). Ensaladas 5,20€-6,60€.
Platos 5,80€-8,90€. Vino a copas 1,70€ (blanco) y 2,20€ (tinto)
Los Bonvivant recomiendan esta banda de sonido para los carn cakes de Margarit
(Haz clic en la imagen para reproducirla)
Una recopilación de Valeria De Caprio y Mosaico
Hola! os propongo que probéis el Restaurante Regás en la C/Regas, en Barcelona. Siempre que puedo voy a comer al mediodía, magnífico menú…
Gracias, M. Ángeles. Lo tomaremos en cuenta. Por esa zona, te recomendamos también L’Espiga del Farró. Aquí nuestra reseña
Un saludo y gracias por comentar.
¡Qué originales! Esto es un buen ejemplo de empresas de toda la vida que saben reinventarse y seguir ofreciendo calidad con otros formatos.
Gracias. A tenerlo en cuenta.