
Allá por el lejano año 2001, unos amigos venezolanos decidieron ponerle algo de sabor caribeño al barrio Gótico de Barcelona a cambio, por supuesto, de hacer unos eurillos, que para eso debería trabajar uno. Aunque los inicios fueron de mucho trabajo (nos acordamos de Raimond repartiendo flyers afuera de La Champañería a las 22:00 horas, cuando echaban a todos, prometiendo chupitos gratis en el Rabipelao), ahora este bar especializado en cócteles y buen ambiente no da abasto, literalmente. Por eso en abril de este año han abierto su primera sucursal en el vecino barrio del Raval: «Rabipelao Rawalistán».
El Rabipelao es una especie de embajada venezolana en Ciutat Vella, cerveza Polar incluida, aunque la mayor parte de su clientela de hoy la compone un cóctel cosmopolita hecho de latinoamericanos, gente local y europeos afincados en la ciudad, que agitados todos juntos en la coctelera caraqueña dan como resultado interminables noches de locura y lo que surja… basta ver las opiniones del muro de Facebook para darse una idea de lo que ahí pasa.
Uno de los rasgos principales del Rabipelao es el buen humor de su staff, así como la buena música: mucha salsa buena y, cuando no hay mucha gente, lo mejor del rock-pop latinoamericano desde México hasta Argentina, vía El Caribe. En sus comienzos, el Rabipelao tenía dj una o dos veces por semana (el memorable Andrés con su salsa brava, guaracha, danzón y cha-cha-chá), pero los vecinos, amparados por el Ajuntament, ya sabemos de lo que son capaces, por lo que los chicos debieron suprimir por unos años la música pinchada en directo. Ahora, por fortuna, los dj’s han vuelto y hasta se animan a hacer algún concierto semiacústico de vez en cuando.

En ambos locales la iluminación tenue anima la charla, ayudada por alguno de sus muchos cócteles, aunque Vale recomienda la deliciosa guarapita (cóctel venezolano a base de ron), que además es la bebida insignia de la casa. Rafa se decanta, según los dictados de su buena alma caribeña, por un combinado de ron con cola, ya sea de Havana o Cacique, aunque hay unos diez rones de todo al mundo para elegir. Además, como anuncian en el vidrio de la entrada, aquí preparan mojitos «de verdad», no esos sucedáneos que se han puesto de moda en Barcelona, ya que cualquiera le dice mojito a cualquier cosa, ¡y además tiene el descaro de vendértelo!
Si tienes hambre, los del ‘Rabi’ te ofrecen snack caribeño como nadie: empanadas de carne ‘mechá’, queso o marisco; yuca frita con mojo, tostones con queso y más… también hacen brunch. Los días y el menú se pueden ver en su página de Facebook.
Si alguien tiene curiosidad por el nombre, baste decir que el ‘rabipelado’ es el nombre común con el que se conoce en Venezuela a un animal autóctono primo lejano de los canguros, aunque no tan bonito como éstos.
Entonces no se hable más, si estás por el centro y el verano te pide candela, lo que tienes que hacer es dirigirte a alguno de los dos locales del Rabipelao y pasarlo de maravilla. Así de fácil.
Rabipelao
Mercè, 26. Gótico. Metro L3 Drassanes y L4 Barceloneta. Ver mapa.
Riera Alta, 50. Raval. Metro L2 Sant Antoni. Ver mapa.
Horario: L-J de 20:00-2:00, V-S de 20:00-3:00 y D de 18:00-2:00
Mojitos y otros cócteles desde 3,50€ (y un poquito más caros después de las 00:00)
Los Bonvivant recomiendan esta banda de sonido para el Rabipelao
(Haz clic en la imagen para escucharla)
Una recopilación de Valeria De Caprio y Mosaico
Espectacular los felicito espero sigan cosechando éxitos…
Cuando queremos mostrar la noche barcelonesa a amigos de visita tenemos un recorrido clásico:
1-Entrar tímidamente en la Champañería y salir con la peluca al viento.
2-Sardinitas con una cerveza fría en el Bar La Plata.
3-‘Leche de Pantera’ en un bar que no sé como se llama y que solo entramos porque a esa hora nos resulta graciosísimo el cartel que pone ‘Leche de Pantera’
4-Y por supuesto, la noche termina amuchándonos, dándonos codazos y bailoteando en el Rabipelao.
Chicos, el bar que no saben cómo se llama y que anuncia la leche de pantera se llama «La Socarreña», en la misma calle Mercè, muy cerquita del Rabipelao original y de La Plata… ¡un recorrido muy gótico! Excelente. Gracias por compartirlo con nosotros 😉