El Bo de Gràcia, de bueno sólo tiene el nombre

BO en Gràcia, mal servicio, a la lista negraEn Los Bonvivant solemos reseñar lugares que visitamos y que nos gustan.  Pues bien, hoy damos un giro al post e inauguramos una sección donde “des-recomendamos” lugares que a nuestro entender deberían ser obviados, uno de ellos el Bo de Gràcia.

Anoche, con un grupo de amigos decidimos ir a tomar unas cañas en una terraza de aquel barrio. Después de esperar un largo rato, nos acomodamos en una mesa en la terraza del Bo (Pl. de la Vila de Gràcia, antes Pl. Rius i Taulet). Hicimos nuestro pedido de bebidas, y cuando las trajeron, tres de los siete pedimos algún plato o bocadillo. Hicimos el pedido de comida a un camarero y al rato se nos acercó otra persona (que suponemos sería el encargado del local), diciéndonos que si no comíamos no podíamos ocupar la terraza. Le comentamos que habíamos pedido algunos platos y nos dijo con sorna “en mi pueblo esto no es comer” –al margen, no sabemos de qué pueblo venía el hombre, pero seguramente de algún lugar donde algo que se llama atención al cliente aún no ha llegado-, y le hicimos notar que nadie nos había dicho que para ocupar una mesa era necesario comer.

La discusión se fue tornando cada vez más agria, hasta que de manera tajante nos dijo “si no comen, no pueden ocupar la mesa”. Cuando le preguntamos cómo lo resolvíamos (pues ya estábamos bebiendo y al menos queríamos terminar la copa de vino o cerveza), nos dijo que levantaba las bebidas. No hace falta que aclaremos que nos levantamos y nos fuimos a otro bar, donde nos trataron bastante mejor y no les importó si sólo bebíamos… y allí sí que, de pura venganza, pedimos un buen plato de embutidos, pan con tomate y un variado de olivas para todos.

Moraleja: aléjate de los lugares de tapas con pretensiones ¿‘cool’?, ya que en estos lugares, por alguna razón, quienes trabajan allí se pueden llegar a sentir superiores a los clientes. Lo más fuerte es que nos querían obligar a hacer una consumición mínima, que además no estaba aclarada en ninguna parte.

Y para que no parezca que es algo nuestro, hemos ‘googleado’ un poco y hemos descubierto que no somos los únicos.

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8 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Nerea dice:

    Malas experiencias en otro sitio «cool» de Les Corts, en la placita de la iglesia, la de la Concordia, favorita del ex alcalde Hereu. A él le tratarán mejor, supongo.

    El lugar es el Fragments Café. Les das un voto de confianza. Y otro, y otro. Pero ya no vuelvo, a pesar de que la terraza es fantástica y las bravas son muy buenas.

    Primera vez: de menú del día con un amigo. Tengo alergias, sustituyeron un plato del menú por otro -no les costó mucho- y me pegaron la gran clavada. Mi amigo pasaba por un mal momento ese día y no tengo ganas de pelear por un par de euros.

    Segunda vez: a cenar con un grupo de amigas. Nos cobraron varias cervezas de más. Me quejé. Respuesta: que volvamos otro día y nos las sirven.

    Tercera vez: con una amiga, menú del día. Servicio nefasto (la camarera no nos sentó en 10 min, y estábamos en medio, a propósito). Teníamos reserva. La calidad de la comida regular. Llegaba fría, y la cocina estaba al lado. Se notaba que no daban abasto y que el servicio es insuficiente, además de no profesional. Postre para ver con lupa, si se le puede llamar postre. Nos crecieron el pelo y las uñas mientras esperábamos el café.

    Cuarta y ULTIMA vez: con mi pareja. ¿Soy un poco masoca o no? Nos echaron la bronca por querer sentarnos un momento para beber algo rápido antes de ir al cine Renoir Les Corts. Las mesas estaban vacías. Vino caro y malo.

    No pasaré por el sitio que mencionáis. Tampoco paséis por Fragments, por muy atractivo que os parezcan la entrada, su diseño, sus carteles y sus dos terrazas (la trasera huele a pis de gato). Todo son apariencias.

    1. losbonvivant dice:

      Hola, Nerea. Te escribe Rafa. Definitivamente les diste muchas oportunidades para resarcirse, con lo cual son un caso perdido. Yo he estado en ese lugar una sola vez desde que se llama Fragments (antes de que lo reformaran se llamaba de otra manera y era un bar más cutrecillo y un poco adolescente, pero había infinitamente mejor rollo), y la verdad fue en plenas fiestas del barrio, por lo que pensé que la demora era producto de tanta gente ese día… en fin. Esta es la Barcelona que hay que combatir, la de los lugares que porque contratan un diseñador de interiores o te ponen tres mesas del Ikea creen que pueden mirarte por encima del hombro como si te hicieran un favor, cuando es completamente al revés. ¡Así que deja de hacerles el grandísimo favor de de pagarles por maltratarte! (Lo de las cervezas «para otro día» ya es cinismo). Gracias por comentar. Saludos

  2. Como odio los sitios así, y en gracia últimamente van mucho de «barrio cool» hacéis bien de hacerles mala propaganda. Creo que una de las principales ventajas de internet y especialmente de los blogs, es que en los sitios se lo empezarán a currar más a riesgo de salir mal parados y perder clientela, sobretodo en gracia, donde no hay tanto turismo (aunque lo hay donde no en Barcelona…) y más clientela habitual.

    Enhorabuena por el blog!!

    PD: lo que no me ha acabado de quedar claro es…¿os levantasteis y os largasteis sin pagar? si es así…OLE POR VOSOTROS JAJAJJA

    1. losbonvivant dice:

      Pues sí, nos levantamos y nos fuimos. Aunque le tomamos la palabra al camarero/encargado cuando nos dijo «pues levanto la mesa», y ni tardos ni perezosos cogimos nuestras cosas y el tipo se quedó allí poniendo las copas usadas en la bandeja. Luego pensamos si no se las habrán vendido a algún incauto… ¡no nos extrañaría! Gracias por comentar.

  3. Lord Cafeína dice:

    Fuimos esta tarde para tomar algo:

    1/ Precios caros: 14.90 dos cervezas de barril, una clara y unas patatas bravas,

    2/ Calidad/precio muy baja: la patatas bravas valen 2.50, no 4.50,

    3/ Servicio arrogante: no se podía pedir cerveza de barril por culpa del restaurante (mala gestión del producto), entonces pedimos de botella pero al mismo precio. Nos contesto que si. Al pagar de la cuenta, el mismo camarero se lo había olvidado, y contesto que no habíamos entendido. Por principio insistí y tuve la cuenta debida pero recibí un muy mal trato por 0.60 céntimos de diferencia…

    Están de broma, no volveremos nunca!

    Un hostelero del Poblenou

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